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Pasos de Mujer Katharine Blodgett

Hoy en la serie Pasos de Mujer nos centramos en la figura de Katharne Blodgett, alguien a la que muchos cientos de miles de millones personas le tenemos que agradecer que podamos ver por los cristales de las gafas, y gracias a ella podemos descubrir nuevos planetas mirando a través de telescopios.

En el podcast 3 de Pasos de Mujer nos centramos en la figura de Katharne Blodgett, alguien a la que muchos cientos de miles de millones personas le tenemos que agradecer que podamos ver por los cristales de las gafas, y gracias a ella podemos descubrir nuevos planetas mirando a través de telescopios.


Pero antes de explicaros su gran invento vamos a contar como llego hasta él. Y para ello tenemos que empezar antes incluso de que Katharine naciera. Concretamente cuando a su padre George R. Blogett lo asesinaron unos ladrones al entrar en casa. Su padre era un importante abogado en General Electrics Company. La compañía se hizo cargo de mantener a la familia. La cual se trasladó  en 1898 a Nueva York al poco de nacer Katharine.

Años más tarde pudo matricularse en la Escuela Rayson, donde recibía la misma educación que los chicos, algo inusual para la época. Katharine sobresalió en las asignaturas de física, química y matemáticas. Con solo 15 años consiguió una beca para la Universidad Bryn Mawr para graduarse en Física. Tan joven y tan decidida a dedicarse a la investigación fue a los laboratorios de General Electrics empresa donde había trabajado su padre a encontrar un puesto de trabajo.

Allí conoció al Doctor en química y físico Irving Langmuir, quien consiguiera el Premio nobel de Química en 1932. El doctor Langmuir, que había trabajado con el padre de Katharine, le aconsejo que siguiera estudiando asegurándola que tendría un puesto reservado en sus laboratorios.

Ella le hizo caso y se matriculo en la Universidad de Chicago donde se licencio en Química en 1918, con tan solo 20 años de edad. Sus investigaciones junto al químico Harvey B. Lemon empezaron a salvar vidas en la primera guerra mundial. Hay que tener presente que la 1º guerra mundial fue el comienzo del uso de químicos en el campo de batalla. Gracias a los trabajos sobre las capacidades absorbentes del carbono de Katharine y Harvey sirvieron para crear los filtros de carbono en las máscaras antigás de los soldados.

Ese mismo año, el doctor Irving Langmuir cumplió su palabra de darle un puesto en el laboratorio. Y se convirtió en la primera mujer en trabajar en los laboratorios de General Electrics Company. Juntos trabajaron  en los gases y filamentos de las bombillas eléctricas.

Katharine decide en 1924 irse a estudiar a la Universidad de Cambridge en Inglaterra, donde obtiene el Doctorado en Física. Convirtiéndose en la primera mujer en conseguir un doctorado por física en Cambridge.
Regresó a su puesto en el laboratorio junto al doctor Langmuir donde trabajaron en las bobillas con filamentos de wolframio. Entonces decidió centrar sus esfuerzos en el estudio de los revestimientos monomoleculares, consiguiendo con precisión la calibración de las capas de moléculas.

Quizás de lo que acabas de oír no te diga nada. Pero fue el paso necesario que la llevaría a desarrollar el método que medía el grosor de las capas de moléculas.

Desarrolló un sencillo procedimiento para calibrar el espesor de una capa de película de modo preciso, hasta una millonésima de pulgada, cuando los mejores instrumentos de la época podían medir tan solo hasta una micra. Katherine Blodgett se dio cuenta de que las capas de ácido esteárico, una materia grasa empleada en velas, jabones y cosméticos, tenía colores diferentes, cada color se correspondía con una capa y cada uno de esas capas era de un espesor distinto. Así pudo añadir capas muy finas de ácido esteárico sobre una plancha de cristal controlando los cambios de color, todo ello con una precisión inédita hasta entonces.

Es así como Katherine consiguió en 1938 la patente denominada “Balanza y el método de preparación de las peliculares moleculares” El calibrador ofrecía control minucioso en la experimentación con los revestimientos en materiales abriendo enormes posibilidades en las investigaciones.

Descubrió que varias capas individuales podían apilarse y comprimirse una sobre otra para hacer múltiples capas ultra finas. Es decir  ideó un método para extender los revestimientos de uno en uno sobre metal o cristal, sumergiendo repetidamente una placa en agua cubierta por una capa de aceite.

El vidrio normal refleja la luz que incide sobre él. Sin embargo aplicando el método de Katherine se  consigue que el 99% de la luz atraviese el cristal. Pudiendo dejar pasar la luz a través del cristal sin apenas reflejos

Y así es como nace el cristal sin reflejos con el que se fabrican las lentes de las gafas, los objetivos de los telescopios, las pantallas de las televisiones o los cristales de nuestras ventanas, entre tantos otros usos.
La película lo que el viento se llevó fue la primera película en la que se utilizaron cámaras con el vidrío que invento Katherine.
Se emplearían en los periscopios de los submarinos, en las cámaras aéreas de los aviones de combate. Durante la segunda guerra mundial Katherine creo un sistema para des helar las alas de los aviones, mejoro el diseño de las máscaras antigás y creo el sistema de producción de niebla artificial que usaron en el bando de los aliados.

El invento de Katherine hizo que tuviese reconcomiendo como mujer científica.

Llegados hasta aquí, ahora os toca a vosotros dejarnos vuestros comentarios, vuestras opiniones o lo que queráis en espacio de comentarios.

Fuente Visionarias, Inventoras Desconocidas ed. Bidge https://mujeresconciencia.com

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Alberto S Vicente

Experto en redes sociales. Conocedor de la gestión y mantenimiento de la presencia online. Y experiencia en la gestión de contenidos online. Con ánimo de divulgar de las bondades del social media. Si tienes algún comentario del tipo que sea, no dudes en comentarlo.

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