Lo primero que debemos saber es que las redes sociales ponen a nuestro alcance distintos recursos para que podamos compartir con otras personas la información que queramos sobre nuestra vida personal o profesional, pero teniendo en cuenta que dicha información, aunque la borremos, quedará como mínimo registrada en los servidores de la red social y además, cualquiera que la haya visto podría haber hecho uso de ella, ya sea copiándola o difundiéndola.
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Nunca olvidar que en Internet nunca nada jamás se borra, solo se hace más difícil el poder encontrarla.
De ahí que surja la pelea del llamado derecho al olvido. Se puede definir como el derecho que tiene una persona de que un dato personal se borre o suprima una información personal que se considera obsoleta por el transcurso del tiempo o que de alguna manera afecta el libre desarrollo de alguno de sus derechos fundamentales.
Llevado a la práctica lo que se quiere es que, por ejemplo google, que el buscador más usado. Deje de enlazar enlaces a datos cuyo protagonista no quiere, por algún motivo, se relacione con su persona.
Ya que en la práctica es muy complicado desaparecer de las redes sociales. Debes pensar antes de publicar información en nuestras redes sociales.
Tener claro que la información que compartimos en una red social puede ser vista por terceras personas sin que lo sepamos.
Esto se debe a que las personas a las que damos acceso a nuestra información, eligen a su vez quien puede tener acceso a su perfil: amigos, amigos de amigos o todo el mundo. Por tanto, aunque parezca que tenemos controlado con quien compartimos aspectos privados de nuestra vida, siempre puede haber una pérdida de control de la información: si compartimos una foto con los contactos, y uno de ellos da un “Me gusta”, un amigo del contacto, al cual no conocemos, puede llegar a ver esa foto.
Antes de publicar información personal en una red social, plantéate qué quieres compartir y con quién.
Cuando nos registremos, algunas redes sociales nos solicitarán muchos: domicilio, lugar de trabajo, colegio, gustos, aficiones, familiares, etc., que no son obligatorios. Por ejemplo en Facebook o Twitter solo es imprescindible una cuenta de email. Por lo que valoremos qué información personal queremos proporcionar.
Hay información que no deberías publicar en nuestros perfiles para que no comprometa nuestra privacidad ni sea utilizada en nuestra de alguna manera.
Datos personales:
Entendiéndose como la dirección donde vivimos, por ejemplo practicamos deporte y desde la app que usamos para calcular nuestro deporte publicamos en redes sociales los tiempos que hemos realizado, no solo se llega a compartir el tiempo sino generalmente la ruta. Pensemos que iniciamos en recorrido desde la puerta de casa. Otro ejemplo seria publicar en Instagram las fantásticas vistas que hay desde la venta de nuestro hogar.
Contraseñas y Datos bancarios:
Tenemos que tener en cuanta en donde los utilizamos, de manera que en la web del banco sea realmente la real. Tan fácil como clicar sobre el candado o certificado de seguridad que tendrá la entidad bancaria.
Teléfono móvil:
Lo más normal es dar nuestro número de teléfono a quien queremos que se ponga en contacto con nosotros. A todos nos molesta que no llamen empresas para vendernos algo o realizarnos encuestas, en muchas ocasiones consiguen el numero por haberlo publicado alegremente en algún servicio o plataforma online.
Planes de viajes:
Mucho cuidado con la vida en directo. Es decir si hacemos fotos de que nos encontramos en un aeropuerto. Estamos diciendo donde no estaremos durante un tiempo. Mejor compartir las bonitas fotos de nuestros viajes, después de haberlos realizado.
Comportamientos inapropiados como insultos, imágenes que dejen que desear. Cuanto más lejos de las redes sociales mejor. Ya que nos pueden perjudicar a la larga en nuestra vida.
Datos médicos o relativos a nuestra salud:
Esta información para no comprometer nuestra privacidad. Va en relación al primer punto de no compartir datos personales. Y más personal que nuestros datos médicos pocas cosas hay.
Además, con el paso de los años, lo que publicamos en Internet se convierte en nuestra reputación online. Empresas, compañeros de trabajo, amigos, etc. pueden tener una imagen condicionada a la información personal publicada.
Por tanto, a nuestra información que sólo acceda quien queramos. Revisando las opciones de configuración de cada red social para tener controlados los principales aspectos de privacidad y seguridad:
Conocer quién tiene acceso a nuestras publicaciones. Saber quién puede etiquetarnos.
Si nuestro perfil es visible a los buscadores de Internet. Y conocer la geolocalización de las publicaciones.
Y si a información privada nos referimos. Nuestro Smartphone almacena mucha información nuestra.
Uno de los principales motivos para proteger nuestros móviles es salvaguardar nuestra información personal y la de aquellas personas con las que nos comunicamos: contactos, fotografías, vídeos, correos electrónicos, etc., y que no nos gustaría perder o que cayesen en manos ajenas.
Debemos proteger adecuadamente nuestros dispositivos
Es obvio que si perdemos o roban el móvil nos quedamos sin la información. Una app maliciosa puede ser capaz de eliminar o utilizar nuestros datos sin que lo sepamos.
Las redes wifi públicas (aeropuertos, cafeterías, bibliotecas, etc.) pueden no ser seguras ya que, o no cifran la información que se transmite a través de ellas, por lo que cualquier usuario conectado con ciertos conocimientos podría hacerse con ella, o porque desconocemos quién está conectado a esa misma red y con qué fines.
El riesgo de pérdida o robo siempre va a existir. Por tanto:
Utilizar un código de desbloqueo de la pantalla, código numérico o patrón o huella digital. Lo que más seguro y cómodo nos resulte. Y cifrar la información para que si esta situación se produce, dificultemos el acceso a la persona que acabe con el dispositivo en sus manos.
El cifrado es un método por el que convertimos en ilegible una determinada información o mensaje para que sólo acceda a ella la persona autorizada haciendo uso de una contraseña, código o PIN necesario para poder acceder a ella.
Para entenderlo mejor, imaginemos que en una frase sustituimos cada una de las letras por la siguiente del abecedario. El texto resultante será con seguridad ilegible, pero si alguien conoce o descubre el método de cifrado podrá descifrar el mensaje. Pues las nuevas tecnologías permiten utilizar métodos similares a estos pero mucho más sofisticados para cifrar la información.
Para cifrar la información utilizaremos programas o aplicaciones específicas. En algunos dispositivos vienen ya instaladas. También existen aplicaciones que cifran contenidos para los Smartphone y tabletas.
En caso de robo o pérdida. Hacer uso de herramientas de seguridad nos ayudarán a localizar el dispositivo, bloquearlo e incluso eliminar la información almacenada en él.
En los móviles Android viene una opción por medio de la cuenta de Gmail asociada al móvil. Podemos, hacer sonar el teléfono, bloquearlo o borrar la información de manera remota. Suele estar por defecto desactivada.
La ruta para el Administrador de dispositivos de Android
Ajustes>>Seguridad>>administrar de dispositivos>>administrador del dispositivo activado
Además podemos conseguir que de la ubicación, los la ruta es;
Ajustes>>> servicios de ubicación activado>>acceder a mi ubicación>> permitir que las aplicaciones de google accedan a tu ubicación.
Se puede saber la ubicación exacta de donde se encuentra el móvil. No localiza con el GPS sino con la red wifi. Usa la ubicación de la red wifi para localizarlo si esta activada. No es lo más aconsejable puesto que das permiso a todas las aplicaciones google de saber nuestra ubicación lo tengas o no activado en alguna aplicación. Pero es una opción a considerar si estamos interesados.
En cuanto a la información guardada. Algo que debemos considerar es Realizar copias de seguridad en otro soporte para que, pase lo que pase, no perdamos la información almacenada en el móvil o tableta.
Eso si en el dispositivo, Smartphone o tablet, sólo usar aplicaciones seguras. Descargadas únicamente a través de los canales oficiales de los fabricantes. Play Store en el caso de Android o en App Store para los iphone. Así nos aseguramos que las aplicaciones han sido revisadas tanto por ellos como por los usuarios.
Revisar previamente la valoración y los comentarios que los usuarios han hecho sobre una determinada app. Cuando se comporta mal o de manera sospechosa, los propios usuarios se encargan de reflejarlo en los comentarios.
Instalar una herramienta antivirus para que detecte posibles apps maliciosas que se intenten colar en el dispositivo.
Para finalizar, algo que no debemos olvidar. Es el cuidado con las redes wifi públicas a las que conectamos. Si las usamos importante. No intercambiemos información privada o confidencial. No conectemos al servicio de banca online. Y no realizar compras.
En definitiva las redes sociales están al alcance de todos, pero esto no significa que sea el lugar adecuado para estar divulgado datos o información personal y privada, que estará a disposición del mundo. Saber reservar la información es el primer paso para no caer en trampas digitales que podrían causar infinidad de dificultades.
Muy buena aportación, gracias por el comentario!