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Pasos de Mujer Martha Coston

Hoy en la serie Pasos de Mujer nos centramos en la figura de Martha Coston, el salvamento marítimo le debe mucho a ella. Fue la creadora de las bengalas que tantas señales han dado por el mundo. De una manera muy clara podíamos definir la vida de Martha Coston; hizo de la necesidad virtud.

En el podcast 5 Pasos de Mujer nos centramos en la figura de Martha Coston, el salvamento marítimo le debe mucho a ella. Fue la creadora de las bengalas que tantas señales han dado por el mundo. De una manera muy clara podíamos definir la vida de Martha Coston; hizo de la necesidad virtud.  

Marthar Jane Hunt nace en Baltimore, Maryland en 1826. Trasladada la familia a Filadelfia al poco de nacer ella. Martha creció como una chica inquieta y muy aplicada en los estudios. Cuando ella tenía 14 años conoció a Benjamin Costron un ingeniero de 19 años del cual nuestra protagonista de hoy se enamoró.

Benjamín Coston era un gran inventor que trabajaba en un prototipo de submarino que podía estar sumergido en el agua hasta 8 horas. Las habilidades  llamaron mucho la atención de Martha y comenzaron por una estrecha amistad. Pasaban todo el tiempo unidos trabajando en prototipo e inventos varios. Tanto fue así que Benjamín Le acabo pidiendo matrimonio cuando Martha llegase a la mayoría de edad.

Martha sin todavía saberlo se acaba de unir a la persona que marcaría para siempre su vida y el origen del gran invento que estaba por llegar.

La marina americana interesados en los inventos de Benjamín le ofreció trabajo en Washington D.C.  En este punto de la historia la joven pareja se dio cuenta de si aceptaban el puesto debían de separarse. Para solucionarlo la pareja decidió casarse en secreto y fugarse. Martha por aquel entonces tenía solo 16 años y dedico todo su tiempo a cuidar de la familia. La familia creció rápidamente con 4 hijos. Después del nacimiento del cuarto hijo, tuvo que mudarse a Washington por negocios. Durante este viaje enfermo de gravedad y murió.

Martha viéndose sola con cuatro hijos a su cargo, regreso a Filadelfia para volver a vivir con su madre. Pero las tragedias no dejaron descanso a Marta Coston, ya que en pocos meses después de mudarse uno de sus hijo enfermo y murió, poco después le sucedió a lo mismo a su madre.

La vida la estaba golpeando duramente de forma brutal además a todo lo sucedido las finanzas de la familia se estaban agotando, ya que la fuente de ingresos que era la de los ingresos que los inventos del difunto Benjamin se agotaban. Ella tenía por aquel entonces 21 años, tres hijos y nada de dinero.

Pero no se dio por vencida y empezó a buscar la forma de retomar en negocio que había dado sustento económico a la familia, la innovación tecnológica.

Así que Martha se decidió a leer todos los documentos de su difunto marido sobre sus artefactos y prototipos pirotécnicos inacabados para la Armada americana, con el objetivo de sacar a flote el negocio y buscar sacar la familia adelante.

En uno de esos documentos se detallaba un plan para el uso de señales durante la noche imitando el método que ya se realizaba con las banderas de colores. Consciente de la importancia del invento que veía en aquellos papeles manuscritos. Martha se dispuso a terminar la investigación, que no había ido más allá  de unos apuntes con fórmulas químicas y unos planos en los que se asignaba a cada señal un color y un número. La idea que tuvo Martha a partir de estos papeles fue la de construir una bengala que al explotar expandiera por el cielo llamas de varios colores que sirviera como un código de comunicación entre barcos.

Carente de formación técnica o científica con la que desarrollar su idea se fue a buscar ayuda a expertos en química y pirotecnia. Durante su andadura en busca de ayuda técnica, sufrió timos y que no la tomaran en serio. Lo que la llevo a tener que disfrazarse de hombre para que tomaran en serio y los expertos de aquella época mostrasen interés por su idea.

Los primeros prototipos de bengalas se probaron en los astilleros de Washington. Pero el resultado no fue el deseado, puesto que manipular las bengalas era muy complicado. Además la mezcla de componentes químico para generar los colores no resistía las condiciones marítimas y no duraban lo suficiente como para que se pudieran ver de barco a barco o desde la tierra.

Con este resultado Martha no se dio por vencida y siguió perfeccionando sus bengalas. Para diferenciar los colores de los mensajes se inspiró en la bandera estadounidense, consiguiendo recrear el rojo, blanco y azul. Con el color azul tuvo problemas en conseguirlo, y fue durante unos fuegos artificiales que se celebraron en Nueva York con motivo de la inauguración del cable telegráfico transatlántico, donde encontró el color azul. Se puso en contacto con la fábrica pirotécnica del espectáculo para que le fabricara el mismo tono de azul. Sin embargo el color azul lo acabó descartado al ser caro de producir, y Martho Coston encontró otro fabricante, que hacía un fuego artificial de color verde muy intenso, lo que finalmente la convenció a quedarse con el color verde.

Salvados todos los obstáculos en abril de 1859, Martha Coston patento el “sistema de señales pirotécnicas nocturnas”

El material pirotécnico iba dentro de una docena de carcasas de cartón cerradas con una cinta y una tapa, impermeables mediante barniz y de tres tamaños distintos, según se quisiera producir una o varias señales. Para encender una señal, simplemente había que quitar la cinta, abrir la tapa y a continuación prender la bengala con una cerilla.

Si lo que se deseaba era realizar un mensaje compuesto de una combinación de varias señales, entonces se debían dispararse una detrás de la otra en una sucesión lo bastante rápida para dejar pasar un intervalo de un minuto antes de encender la siguiente señal. El código de comunicación era un “alfabeto” formado por diez números (del 0 al 9) y dos letras (P y A), signos que se encontraban impresos en las tapas de los recipientes que albergaban el diverso material pirotécnico.

El sistema de señales nocturnas se puso a prueba de nuevo los astilleros de Washington ante una junta de la marina americana.

El resultado sorprendió, se llegó a considerar como el mejor de los sistemas existentes, e indispensable para los barcos, gracias a su buena visibilidad en el mar, las luces podían verse a distancias de 40 km. gran precisión, sencillez de uso y bajo coste.

Las bengalas de Coston se utilizaron antes y  durante las batallas para dar órdenes a las tropas de tierra en el desarrollo de la guerra civil americana.

La marina americana las empleaba también para comunicar si un barco era amigo o enemigo

Al término de la guerra, el Servicio de Salvamento de los EE. UU. Uso también las señales, al igual que numerosas armadas extranjeras, compañías navieras y clubs privados de yates.

De cualquier modo durante la guerra civil americana Martha consiguió un acuerdo de pedido con la Armada estadounidense a precio de coste. Resultaba claramente ruinoso aunque a cambio el Gobierno le prometió recompensarla cuando finalizara la guerra. Algo que nunca sucedió, y solo recibió una pequeña parte del dinero prometido. Muy mal económicamente debido al retraso que suponía la venta de bengalas al gobierno estadounidense. Martha decidió patentar sus bengalas y el sistema de culminación en más países. Lo que la llevo a mudarse a Paris y Londres para vender su gran invento.

Y en 1871 registro otra patente, en esta ocasión añadía una mejora en las señales nocturnas añadiendo el término “telegráfico” en referencia al código Morse.

La mejora consistía en que el material pirotécnico se encontraba en un estuche de autoencendido realizado con madera gruesa. Al girar manualmente un mecanismo de rosca, se producía entonces la fricción necesaria sobre una cerilla que prendía las sustancias inflamables ubicadas en la carcasa interna, cuya fijación quedaba garantizada gracias a ser de metal.

Lo que la llevo ahora si, a Marta Coston y sus hijos a tener estabilidad económica y a establecerse como fabricantes de bengalas. Se convirtió tras la muerte de Martha en empresa familiar en donde los hijos se dedicaron al mantener el negocio.

Dos hijos de Martha Coston que llegaron a la edad adulta colaboraron con su madre y ellos mismos aportaron sus propias patentes al invento de las bengalas nocturnas desarrolladas por su madre. En 1877, uno de los hijos (Henry H. Coston), llegó a ser capitán del Cuerpo de Marines, obtuvo una patente para cartuchos que se podían disparar desde armas de fuego. Otro de los hijos, William F. Coston realizo dos patentes. La primera, en el año 1900, por una caja para guardar bengalas y otra en 1901, para un disparador de cartuchos de señalización a través de un mecanismo percutor. Ese mismo año, William fallecía trágicamente a consecuencia de una explosión sucedida en su laboratorio mientras investigaba en nuevas mejoras.

Y como decía al principio del podcast la vida de Martha Coston se definiría como alguien que hizo de la necesidad virtud, de su vida podemos aprender que nunca dejo de pealar por lo que quería, sobreponiéndose a los golpes y muros que la vida le fue poniendo.

Llegados hasta aquí, ahora os toca a vosotros dejarnos vuestros comentarios, vuestras opiniones o lo que queráis en espacio de comentarios.

Fuente Visionarias, Inventoras Desconocidas ed. Bidge https://mujeresconciencia.com

 

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Alberto S Vicente

Experto en redes sociales. Conocedor de la gestión y mantenimiento de la presencia online. Y experiencia en la gestión de contenidos online. Con ánimo de divulgar de las bondades del social media. Si tienes algún comentario del tipo que sea, no dudes en comentarlo.

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